Por Daniel Feig, Gerente General Ferrostaal Graphics.

La Industria Gráfica es altamente intensiva en el uso de capital, tanto para inversión en instalaciones y equipos, como para materiales e insumos de producción.
Además, los clientes de las mismas imprentas son receptores de un producto que proviene de esta gran cadena de valor, donde lo que pagan por sus etiquetas, envases o material publicitario son una suma de todos los costos que hay en la cadena, los que muchas veces van más allá de la inversión en equipos o instalaciones.
La Industria 4.0 no solamente consiste en la renovación de la tecnología en sí, sino de usarla en forma metódica para detectar y atacar los costos ocultos, de tal forma de ir eliminando impedimentos a la creación o captación de valor. En un artículo reciente, la firma McKinsey –especialista en consultoría en mejoras de productividad, competitividad y crecimiento– señala seis dimensiones donde las empresas pueden buscar beneficios y valores como Industria 4.0. Estos son:

1. Aumento de capacidad productiva
2. Reducción de merma de material
3. Mejoras en el servicio a clientes
4. Mejoras en los tiempos de entrega
5. Aumento de la satisfacción del cliente
6. Reducción del impacto ambiental

Enfocarse en estas dimensiones y en cómo ir escalando los impactos en toda la imprenta, puede incrementar la competitividad y transformarse en un círculo vistuoso que no sólo significará una reducción de costos, sino también generación de mayor valor para el cliente. Orquestar y gestionar estas mejoras en forma constante y continua puede resultar difícil y requerir de un compromiso y gestión estratégica, pero una vez dominadas, irán aumentando favorablemente la distancia con los competidores que permanecen en el status quo.
En esta edición N°67 de la revista Ink! les invitamos a entrar de lleno en lo que es la Industria 4.0, para ir viendo juntos cómo potenciar sus beneficios en nuestra industria en forma metódica y con inversiones en procesos y soluciones que capturen valor.